Como una suerte de ciencia oculta.
Así se nos ha presentado la movilización de recursos pero se acabó, vamos descifrando el enigma.
Esto es para democratizar la movilización de recursos, cada día envío gratis un email, a través de relatos te cuento cómo las ideas brillantes pueden tener el respaldo necesario para transformarse en realidades tangibles.
¿A quién se la envío? Fácil, a mi lista de suscriptores. Día que estás fuera, contenido que te pierdes.
¡No me gusta pedir!
Siento que cuando lo hago (o solo en pensarlo), experimento emociones como miedo, culpa, remordimiento, pena, desasosiego y desconcierto.
Si ya estás en este “ecosistema” de la sustentabilidad y estás desarrollando una iniciativa socioambiental, déjame decirte que, si pedir te paraliza, no vas a llegar a ningún lado.
Esa parálisis al momento de pedir tiene una explicación, la palabra "pedir" en Latinoamérica está cargada de una historia de desigualdad y dependencia que le da una connotación negativa.
De eso y más, reflexiono en mi newsletter gratuita, hablo de movilización de recursos y uno que otro chismecito de negocios socioambientales.
Tu causa lo merece y lo necesita.
Desarrollé las habilidades de fundraising para conseguir dinero a las causas sociales y ambientales que más me preocupan.
No lo hago como voluntaria, ni como filántropa, a eso me dedico y aquí te voy a enseñar como tú también puedes hacerlo. Saber movilizar recursos es quizás una de las habilidades más valiosas, no solo en los negocios socioambientales, sino también en la vida en general.
Historias, Tips, recomendaciones, hacks sobre captación de fondos y negocios socioambientales, lo envío diario en mi newsletter gratuita.
Y bueno,
Dicen los pseudo gurús del marketing digital que aquí debe ir la sección "Sobre Mi", pero es mi página web y hago lo que quiera.
Así que te hablaré de Rocío una chica que conocí en mis conferencias de Emprendimiento Socioambiental.
Rocío, una joven estudiante de nutrición, siempre había tenido un gran corazón por los demás. Desde pequeña, se involucraba en actividades de voluntariado y soñaba con hacer del mundo un lugar mejor.
Aquí suspiro al recordar mi época cuando hice mucho voluntariado y fue justo así como conocí la procuración de fondos, pero ese chisme lo cuento en mi newsletter diaria y gratuita.
En la universidad, su pasión por la salud la llevó a Rocío a crear un programa de alimentación y nutrición para infantes de escasos recursos, comedores comunitarios, entre otros.
Chío (como le dicen de cariño) y su equipo de voluntarios lograron poner en marcha el proyecto con éxito.
Ofrecían consultas básicas de nutrición, talleres de salud nutricional y apoyo en el seguimiento al desarrollo infantil para quienes más lo necesitaban.
Sin embargo, Rocío pronto se encontró con una gran barrera: la falta de recursos.
El proyecto dependía del trabajo voluntario de sus compañeros, lo que limitaba su crecimiento y alcance.
Poco a poco sus voluntarios se fueron cansando, aburriendo, desanimando, en fin, lo normal en el ciclo del voluntario, así que, Chío se frustraba cada que veía que los niños no podían recibir la atención que necesitaban por falta de recursos.
Se sentía impotente y culpable por no poder hacer más.
Se preguntaba cómo podía hacer crecer su proyecto y llegar a más personas.
Un día, su universidad organizó una feria de emprendimiento y hubo una conferencia sobre emprendimiento socioambiental y ahí estaba Rocío como asistente y yo de ponente, en la conferencia hablé sobre las diferentes estrategias que los proyectos pueden utilizar para recaudar fondos, como la creación de campañas de crowdfunding, la búsqueda de donantes privados, la solicitud de subvenciones y mucho más.
Chío se sintió inspirada y motivada, se dio cuenta de que no estaba sola y que existían herramientas para superar las limitaciones que enfrentaba.
Con entusiasmo renovado, Rocío se dedicó a aprender todo lo que podía sobre la movilización de recursos.
Con el tiempo, Chío y su equipo lograron implementar nuevas estrategias de recaudación de fondos. Esto les permitió ampliar su proyecto, pagarse…
¡Así cómo lo lees!
Pagarse un sueldo, contratar personal capacitado y brindar una atención nutricional de mayor calidad a un mayor número de personas.
Chío es uno de mis ejemplos de cómo la pasión, la determinación y el conocimiento pueden convertir un proyecto social o ambiental en una realidad que transforma la vida de las personas, de la sociedad y la naturaleza.
Toda mi experiencia de procuración de fondos está aquí, a tu alcance, en mi newsletter gratuita, con historias cotidianas para que convertirte en movilizador de recursos te resulte muy sencillo.
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